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Christian McCaffrey, el hombre para todo en San Francisco

Frescos de su semana de descanso, los San Francisco 49ers afrontan sus últimos cuatro partidos de temporada regular con opciones claras de meterse en playoffs. Este objetivo era factible en verano, antes de que una plaga de lesiones asolara al equipo en el primer mes y medio de competición. Las bajas de estrellas del calibre de Nick Bosa, Fred Warner y George Kittle, unida a la ausencia del quarterback titular, Brock Purdy, durante casi dos meses, entre otras muchas lesiones, habrían hundido a cualquier equipo. Sin embargo, el head coach Kyle Shanahan ha logrado que esta versión de San Francisco no sea un equipo cualquiera. Lo ha logrado apoyándose en el buen hacer de una joven defensa, conducida por su viejo lugarteniente, Robert Saleh, en el renacimiento de unos equipos especiales que empezaron el año siendo una pesadilla y que ahora son una fortaleza, y por supuesto, utilizando al mejor jugador de la plantilla que se ha mantenido sano, el running back Christian McCaffrey.

El jugador ofensivo del año en 2023 sufrió en sus carnes la maldición minera en cuanto a las lesiones la pasada campaña, en la que apenas pudo actuar en cuatro choques. Sin embargo, esta temporada ha sido la gran constante de un equipo que ha sufrido multitud de percances con el paso de las semanas. El running back está en disposición de conseguir algo jamás visto en la historia de la liga, liderar la NFL en carreras y recepciones el mismo año. A falta de cuatro jornadas para la conclusión de la regular season, marcha tercero en intentos terrestres (por detrás de James Cook y Jonathan Taylor) y quinto en recepciones, a ocho de los líderes, Puka Nacua y Trey McBride. McCaffrey es tercero igualmente en yardas desde la línea de scrimmage, no muy lejos de Bijan Robinson y de nuevo Taylor. Del mismo modo, está en rango de volver a realizar la gesta de sumar 1000 yardas tanto de carrera como de recepción en una temporada, algo que ya hizo como jugador de Carolina Panthers en 2019. Con 849 yardas terrestres y 805 aéreas le bastaría con mantener sus promedios en el mes final de juego para conseguirlo. Solo otros dos hombres han hecho esto en la historia de la NFL, el también 49er Roger Craig en 1985 y Marshall Faulk en 1999 como miembro de St. Louis Rams. Es decir, McCaffrey por sí solo podría tener las mismas campañas 1000+1000 que el resto de jugadores de la historia de la liga. Impresionante.

El entrenador Kyle Shanahan es un mago a la hora de sacar provecho de las habilidades de sus jugadores ofensivos. Sin duda, CMC es quien tiene el repertorio más grande de todos los que ha entrenado. También, en propias palabras del head coach, es el que se prepara mejor y está en mejor condición física. Su método de entrenamiento es riguroso a niveles extremos. Más de una vez, hasta los propios aficionados del equipo se han preguntado por qué no rota más a sus corredores el entrenador jefe, tal es la confianza del head coach en él. Esta temporada, en una victoria ante Atlanta Falcons, el corredor estrella se marchaba a la banda para pedir un relevo. Sin embargo, en una situación de tercera y 13 en un momento clave del encuentro, se le pidió que retornara al campo. McCaffrey regresó al huddle, oyó la llamada del quarterback Mac Jones y convirtió el primer down con una gran recepción.

Shanahan no trata a su jugador estrella como un esclavo, de hecho, ésa fue la única vez que McCaffrey intentó salir del campo en ese partido, pero se le ordenó volver. No obstante, el volumen del plan de juego que recae sobre los hombros de CMC es inmenso, porque a su labor lógica como corredor se une todo lo que realiza en el juego de pase. Es muy peligroso en las habituales acciones de pantalla (screen), que además sabe muy bien Shanahan cuándo sacar de la chistera. Su enorme agilidad de caderas y potencia de piernas le convierten en una pieza muy peligrosa también en choice routes, en las que juega con el leverage del defensor para cortar hacia dentro o hacia fuera y generar una gran separación. En zona roja también está siendo un factor con sus cinco touchdowns, la mayoría aprovechando emparejamientos favorables o situaciones de pick play contra defensas individuales. Además de todo esto, es capaz de correr rutas normalmente reservadas para un wide receiver, como son las comebacks. Éste es el ejemplo que os muestro del choque de la semana 2 contra New Orleans Saints. En una situación de tercer down y diez, McCaffrey sale del backfield hacia su derecha para alinearse abierto. Va a correr dicha ruta hasta la altura de las cadenas, cuando procederá a frenar en seco y regresar en una trayectoria contraria a donde viene la pelota (hacia el exterior).

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El timing en el ataque de San Francisco es tal que antes siquiera de que ejecute el corte, todavía con su espalda hacia el quarterback, Mac Jones ya está desprendiéndose de la pelota. CMC consigue separación del linebacker y registra el catch que le da el primer down a los niners. De sus 85 recepciones en la temporada, 21 han venido en tercer down y 14 de ellas han resultado en un primer down para San Francisco.

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Uno de los datos sorprendentes en el ataque californiano este año es la inefectividad del equipo en un apartado del juego donde solía ser dominante, la carrera exterior. Con sus 105 carreras entre tackles, McCaffrey ha producido una media de 4.8 yardas por intento. Sin embargo, cuando la dirección de su carrera ha sido exterior, en 132 oportunidades, ha registrado una bajísima media de 2.7 yardas por intento. Es por esto que la media de los niners en el juego de carrera a nivel global en el año es de tan solo 3.5 yardas, la segunda peor de toda la NFL. Normalmente McCaffrey tenía un gran éxito corriendo por el lado izquierdo, a continuación del tackle Trent Williams. Esto se está viendo a cuenta gotas en 2025. No sé si el padre tiempo ya está alcanzando al histórico tackle, quien todavía está jugando a un gran nivel, o si el running back ha bajado un escalón su velocidad punta, pero por la razón que sea San Francisco no está siendo una amenaza en carreras exteriores hasta el momento en la campaña.

Donde los 49ers continúan siendo temibles es en el juego de carrera interior. Al igual que su amigo a la par que rival, Sean McVay, Shanahan ha ido sumando cada año más conceptos de poder (power) a su repertorio, pero, por supuesto, su carta maestra son las carreras zonales. Os voy a enseñar dos de las más habituales, la inside zone y la variante split zone.

Una de las causas de la bajada de rendimiento del equipo en el juego terrestre fue la ausencia por lesión durante mes y medio de George Kittle. El tight end es igualmente conocido por sus fantásticas capturas y yardas tras la recepción, así como por su faceta como bloqueador. Muy pocos hombres en su posición son capaces de bloquear en situaciones puntuales al defensive end rival. Su vuelta al equipo la semana del duelo ante Atlanta Falcons coincidió con el primer encuentro de más de cien yardas de carrera para CMC en 2025. En esta inside zone que os ejemplifico a continuación Kittle es clave con su bloqueo del linebacker en el segundo nivel. El ataque de Kyle Shanahan es un claro exponente del uso de ángulos en el juego terrestre. Aquí, el motion del fullback Kyle Jusczcyk antes del snap va a mover a dicho linebacker lo suficiente para facilitarle el bloqueo al tight end.

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La línea se desplaza con un paso lateral hacia su izquierda, creando varias opciones para que McCaffrey siga el flujo de la acción, doble o directamente corte hacia el lado contrario. En este caso, el linebacker de Arizona va a reconocer muy rápido lo que está sucediendo en el backfield y va a intentar romper la carrera para pérdida de yardas.

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Sin embargo, Jusczcyk reacciona a tiempo y consigue desplazarlo lo suficiente de su compañero en un bloqueo nada sencillo. El resto lo hace McCaffrey con un gran corte que le permite encontrar la vía de ataque.

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El fullback es el fiel escudero de CMC y celebra cada una de sus grandes jugadas como si él mismo hubiese llevado la pelota en la mano. Esta humildad ha sido tónica en los equipos de Kyle Shanahan, que pese a estar plagados de estrellas nunca han tenido que lidiar con la problemática de tener que forzar el juego en la dirección de nadie.

En la split zone el concepto es similar, pero aquí tenemos a un jugador, ya sea el fullback o el tight end, cruzando la línea para bloquear al defensive end del backside que queda descubierto. La idea es ofrecer múltiples opciones al corredor en su plan de ataque, al tiempo que confundir a los defensores del segundo nivel. En el ejemplo tenemos a la línea ofensiva minera bloqueando de manera zonal hacia el lado derecho, mientras que Kittle (en amarillo) se mueve hacia el lado contrario en busca del defensive end. La mayoría de las grandes carreras en la NFL se consiguen cuando se bloquea no solo en el punto de ataque, sino también en el de persecución de la defensa.

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Observad cómo el linebacker central (en azul) queda congelado por el movimiento de Kittle y no se mueve en consonancia con la línea de ataque. Esto le da una pista clara a McCaffrey de que la carrera interior va a estar disponible para una gran ganancia.

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El resto lo producen los dos wide receivers con sendos grandes bloqueos, permitiendo que una buena carrera por esquema de 6-7 yardas se convierta en un big-play. En el caso de San Francisco esto también ha sido una constante en la era Shanahan, receptores que sepan bloquear es un imperativo. En estos niners, Jauan Jennings es el mejor ejemplo.

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Como vemos, Christian McCaffrey tiene muchos aliados en el equipo para que su juego luzca más si cabe. Cuando se junta un talento así con un esquema diseñado para potenciarlo los resultados son evidentes. No queda más que sentarse y comprobar hasta dónde será capaz de llevar el hombre para todo de San Francisco a sus 49ers este año.