Llevamos un poco más de una década en la que los equipos de NFL han decidido construir un nuevo estadio o, por lo menos, renovar el que tenían. Hemos llegado al grado de que algunos de los que iniciaron esta ola, empiezan a palidecer con respecto a los nuevos, sin embargo lo que se mantiene es un modelo financiero y de negocio que se ha convertido en la nueva norma. Hoy lo analizamos entre dólares y yardas.
A pesar de que en los últimos cinco años solo se han abierto dos nuevos estadios - el SoFi Stadium en Los Angeles y el Allegiant Stadium en Las Vegas - la lista sigue creciendo y tal vez ahora estemos viendo el inicio de una segunda ola.
Las dos aperturas mencionadas marcarán el número más bajo en un periodo de ocho años desde hace tres décadas. En comparación, entre 1995 y 2003 se abrieron 16 estadios nuevos en la NFL.
Este bajo número no significa que los equipos hayan perdido el interés en tener una nueva casa, sino que a lo largo de este tiempo se ha estado gestando una nueva tendencia, una que está trayendo recintos todavía más modernos, espacios que brinden toda una experiencia a sus visitantes tomando elementos del entorno, de la tecnología, la cultura local y por supuesto de la identidad de la franquicia.
Se trata de un caso particular, ya que los Jaguars, o mejor dicho Shad Khan, propietario del equipo, no son, ni serán dueños del recinto; este es propiedad de la ciudad, lo cual parece algo contrario a la tendencia de ser dueños de la tierra y por ende quedarse con la plusvalía. Vale preguntarse si esta decisión tiene algo que ver con la posibilidad de que los Jaguars tengan la mirada puesta del otro lado del Atlántico.
En cualquier caso, ambas partes ganan. El equipo obtiene una casa muy atractiva para disputar sus encuentros, lo cual incrementa sus posibilidades de atraer más gente a los partidos en un momento en el que el equipo muestra promesa con jugadores jóvenes y emergentes.
Los precios de entrada a cada juego serán más altos, las ventas de boletos de temporada se incrementarán (a pesar de que los Jaguars juegan por lo menos un partido al año como locales en Londres), además de que el potencial de patrocinios en el estadio incrementa exponencialmente su valor. Venta de boletos y patrocinios en el estadio son conceptos que generan alrededor del 25% de los ingresos locales de los equipos.
Por otra parte, la ciudad obtiene un recinto de primer nivel que la pone en el mapa para recibir eventos de clase mundial, deportivos y de entretenimiento, más allá de la NFL. Además utiliza este elemento como activo para apalancarse para otros fines.
Es por eso que, en diferentes escalas, cada uno de los estadios que se renuevan o que se construyen desde cero, obtienen financiamiento parcial del gobierno local. La ciudad apuesta por tener desarrollo y derrama económica en el área.
Jacksonville no es la excepción. Se ha dado a conocer que existe un proyecto complementario, uno para desarrollar un distrito de entretenimiento que rodee el estadio, algo que vemos cada vez con más frecuencia.
El objetivo es generar ecosistemas en los que los visitantes obtengan todo entrando a ese cuadrante: restaurantes, bares, actividades al aire libre, gimnasios, espacios de entrenamiento, incluso centros de convenciones, espacios para oficina y vivienda; todo esto teniendo como la joya de la corona el estadio o las instalaciones centrales del equipo.
Los Patriots tienen Patriot Place a las afueras del Gillette Stadium, el SoFi Stadium está rodeado por Hollywood Park. Los Cowboys tienen The Star in Frisco, donde se encuentran sus oficinas centrales e instalaciones de entrenamiento. Esta es una zona al Norte de Dallas en la que a partir de entonces el crecimiento y desarrollo ha sido evidente. Los Packers tienen Titletown en torno al histórico Lambeau Field, un espacio que enmarca perfectamente la tradición de la ciudad y la grandeza del equipo.
Como parte de los resultados de estos dos últimos casos, recientemente The Star fue nombrado sede del East-West Shrine Game, partido que forma parte del circuito de juegos de estrellas del football colegial, mientras que Green Bay recibirá el Draft de la NFL en 2025, el evento más importante del offseason de la liga.
En los próximos dos años no veremos la apertura de nuevos recintos. Será en 2026 cuando los Titans y los Bills inauguren sus nuevos estadios, sin embargo ahora los Jaguars se unen a la lista de equipos que anuncian la renovación sus instalaciones como parte de una inversión de negocio en la que buscan ofrecer una experiencia propia de la época en la que vivimos para mantenerse a la vanguardia y, por ende, ser más rentables.
