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Jerry Glanville, el último de los rebeldes

Jerry Glanville fue el personaje mås divertido y exótico de su tiempo en la NFL. Sus métodos como arquitecto defensivo no se aferraban del todo a los bordes de la legalidad, pero logró granjearse una gran reputación en la liga. Se jactaba de haber crecido en los sórdidos Eight Mile projects de la ciudad de Detroit. "Eminem hizo una película sobre mi vecindario", solía decir en tono jocoso en relación a 8 Mile, la cinta dirigida por Curtis Hanson y protagonizada por el famoso rapero que, paradójicamente, popularizó el hip hop en las clases medias y altas.

Mucha gente lo recuerda por su generosa colecciĂłn de ropa negra y por ser un gran promotor de la mĂșsica country, blues y rock. De esa pasiĂłn derivĂł la ocurrencia de dejarle un par de boletos personalizados en taquilla a un desaparecido Elvis Presley, uno de sus grandes hĂ©roes formativos, para asistir a los partidos en casa de los Houston Oilers durante casi un lustro —sin saber que luego los Oilers se mudarĂ­an a Tennessee, el estado que ayudĂł a construir el mito definitivo en torno al Rey.

Cuentan que en una ocasión asistió a una fiesta de disfraces vestido como el actor James Dean en Rebelde sin causa, de la mano de su esposa, quien encarnaba a Natalie Wood. De hecho, Glanville, también aficionado y piloto de carreras como Dean, solía conducir réplicas de los coches que habían sido propiedad del famoso actor antes de morir trågicamente en un accidente en la carretera de Salinas, mientras se dirigía a una competencia en el norte de California con su Porsche 550 Spyder.

Houston Oilers coach Jerry Glanville as he restrained by his players as he argued with a referee as the close of the first half game at Houston against Cleveland Brons on Nov. 8, 1988. He was arguing about the last two plays of first half.(AP Photo)

Como se puede ver, poca gente ha llevado mĂĄs lejos sus obsesiones; entre las que el futbol americano comenzĂł a ocupar un papel preponderante. Glanville siempre estuvo agradecido con su madre por dos cosas: ser daltĂłnico y haber forjado, inconscientemente, su perfil de entrenador. Un perfil que alcanzĂł su punto cumbre con la inolvidable temporada de 1991 en los Atlanta Falcons, cuando la franquicia adoptĂł el lema "2 Legit 2 Quit", del rapero MC Hammer, testigo y animador desde la primera lĂ­nea de batalla.

Durante aquella época, la ciudad y la franquicia fueran víctimas de un terremoto llamado Deion Sanders, un talentoso y arrogante back defensivo que llegó a revolucionar la NFL y a poner en el mapa social, cultural y deportivo a Atlanta de la manera en que hubiese querido el mejor Dominique Wilkins. El egresado de Florida State fue la chispa capaz de contagiar a competidores feroces como el linebacker Jessie Tuggle y sacar la mejor versión de un inconsistente Chris Miller, cuyo backup en eses momentos era un jovencísimo Brett Favre.

Siempre intentamos divertirnos, eso era lo que estĂĄbamos haciendo. Encima esos chicos conocĂ­an a celebridades que yo no conocĂ­a. Deion era amigo de MC Hammer y explorĂł la posibilidad de tenerlo en la lĂ­nea de banda. Alguien mĂĄs se acercĂł y luego alguien mĂĄs y se convirtiĂł en un momento muy emocionante y divertido. Jerry Glansville sobre la presencia del rapero MC Hammer.
glanville

Al año siguiente, Glanville ensanchó su colección de excentricidades cuando interpretó a un guardaespaldas en una escena del filme de corte autobiogråfico Hoffa, que reparaba en la vida del famoso sindicalista estadounidense Jimmy Hoffa y que contaba con gente como Jack Nicholson y Danny Devito en el reparto.

Tras dejar a los Falcons en 1993, probĂł suerte en la NCAA, la liga canadiense y la XFL (Extreme Football League), la TSL (The Spring League) y la MLFB (Mayor League Football). A 30 años de distancia de su paso por la NFL, todavĂ­a se le recuerda por aquel acalorado apretĂłn de manos con Chuck Noll —"esas tĂĄcticas sucias que utilizas volverĂĄn para vengarse de ti. Hablo en serio", le dijo Noll en relaciĂłn a su manera de llevar las cosas al lĂ­mite— y por su encarnizada rivalidad con Sam Wyche, quien lo llamĂł "farsante" y un tipo "muy poco genuino". En algĂșn momento fue apercibido por Paul Tagliabue, entonces comisionado de la NFL, al grado de redactarle una carta en la que le pedĂ­a que dejarĂĄ de insultar a los entrenadores rivales.

Algo sabĂ­a Jerry Glanville en su condiciĂłn de elegido cuando decretĂł aquello de que la NFL significaba Not For Long (No Por Mucho Tiempo).