Estimado lector, si Vd. estĂĄ leyendo esta columna, dĂ©jeme darle la enhorabuena, sacar tiempo, el que sea, para hacer el esfuerzo de leer unas cuantas palabras esparcidas a lo largo de este texto , dice mucho en estas duras Ă©pocas para la prosa y verso. Tiene a su disposiciĂłn, vĂdeos de cada protagonista con la acciĂłn y detalle que suceden en los encuentros semanales de nuestro deporte, luego tiene tambiĂ©n los podcasts correspondientes, y mĂĄs allĂĄ los resĂșmenes videogrĂĄficos en las diferentes plataformas de streaming, sin embargo Vd. ha decidido gastar unos minutos en ejercer la encomiable labor de leer, entender, procesar y con juicio crĂtico, entrar o no en el mundo del acuerdo y desacuerdo. Desde aquĂ, gracias. Cualquier lectura activa algo que solo pueden hacer las palabras escritas, y cito a la ciencia: La corteza prefrontal dorsolateral de planificaciĂłn y concentraciĂłn, el ĂĄrea de Broca y Wernicke en la comprensiĂłn del lenguaje, y el Hipocampo en la memoria y construcciĂłn de significados, frente a la visualizaciĂłn de vĂdeos que, ademĂĄs de activar la corteza visual y auditiva, activa el denominado sistema lĂmbico relacionado con las emociones, placer y recompensa.
Lo dicho, mi mĂĄs sincera enhorabuena, ha entrado en otra dimensiĂłn diferente a las que nos dominan hoy en dĂa, asĂ que siĂ©ntase parte de una minorĂa que no se conforma con lo que nos rodea de forma abrumadora. Leer exige cierta complejidad por nuestra parte, un esfuerzo intelectual y de puesta a disposiciĂłn, y huye del reduccionismo binario de las mĂĄquinas, y con esto, no me entienda mal, no voy a ser yo quien muestre mi disconformidad con ese otro mundo, la visualizaciĂłn es muy necesaria, pero sĂ dĂ©jeme exaltar la compatibilidad de la letra con la imagen y no la exclusividad de un medio con la exclusiĂłn del otro. Dicho esto, no le robarĂ© mĂĄs tiempo del que dispone y metĂĄmonos en materia, porque la semana 3 de la NFL no creo que nos haya dejado indiferentes.
Septiembre es vida para errores y sobrerreacciones, lo sabemos, todo debe relativizarse, pero a veces nos da tiempo para minorar exageraciones y acercarnos mĂĄs a la realidad relativa. Esta Semana 3 de la NFL nos ha dejado una de las verdades que suele sobrevolar cada temporada en algĂșn momento: ni los malos son tan malos, ni los buenos son inexpugnables.

5 PARTIDOS: EL MNF
Por esto que digo, empecemos por el MNF, y es que el tiempo es el mayor enemigo de las sobrerreacciones. Los malos, no son tan malos, y hay coordinadores que fueron condenados antes de siquiera tener los 30 dĂas de gracia. Que Lions solo haya provocado 18 presiones al quarterback en 2 partidos, era muy pobre para lo que Detroit hizo el año pasado incluso con tantas bajas en defensa, pero claro, 2 encuentros es poca muestra. Pues bien, en el partido en Baltimore, ante probablemente, el mejor roster de la liga nombre por nombre, consiguiĂł realizar 30 presiones, casi doblando lo conseguido en las 2 primeras semanas. No estĂĄ mal. Y es necesario poner de manifiesto este cortoplacismo, especialmente con respecto a los coordinadores. En defensa, 7 sacks, 7 QB hits, 6TFLs y 2 pass deflections. Bien por K.Sheppard. En ataque, 426 yardas, 5 touchdowns, 0 sacks permitidos con 38 carreras y 28 pases intentados. Bien por John Morton. ÂżHoy sĂ valen?. Demos tiempo, no saquemos conclusiones precipitadas y sigamos caminando, los nuevos merecen, al menos, 5 partidos.
EL EFECTO GRAVITY
La flor mĂĄs esbelta nos hace obviar el jardĂn de tal forma que en nuestro deporte, un agujero negro curva el espacio-tiempo tĂĄctico, es decir, los safeties se desplazan, el play-calling orbita, los targets se "doblan" hacia Ă©l y todo gira a su compĂĄs. En conclusiĂłn, se crea una percepciĂłn pĂșblica sesgada con una eficiencia oculta en los demĂĄs jugadores diferentes a aquel sobre el cual todo gira. Y esto descrito de esta manera, es lo que supone tener un Josh Allen en el campo. Hablemos de Bills. El "efecto gravity" con un QB como Josh Allen distorsiona el juego. Pensemos en defensas que deberĂan jugar con base acaban asignando dos recursos a una sola amenaza (spy + contain, o safety mĂĄs profundo con rotaciĂłn tardĂa) y alteran fits para el QB run/escape. Eso crea ventanas para el OC como cajas ligeras, defensas en quarters/6 mĂĄs blandas en los seams, y hook/curl vaciados por miedo al scramble. Desde fuera, parece que "Joe Brady vive de Allen", pero en realidad su trabajo pasa por secuenciar jugadas que castiguen esos ajustes (PA con over/Glance, RPO a la nub-TE solitario en lado-, screens al lado del spy) y por gestionar variables, en especial, cuĂĄndo correr sin exponer a Allen y elegir cuĂĄndo soltar la bomba. QuĂ© difĂcil debe ser tener un jugador asĂ y no parecer un imbĂ©cil a su lado dando por hecho que todo lo decide la estrella.
Los satélites brillan por esa gravedad, veamos. Kincaid en option/choice y stick-nod atacando el seam cuando los safeties ensanchan; Shakir como WR de spacing/choice leyendo leverage en middle open; Coleman como X de backside iso (slant/glance/dig/stop) cuando el giro post-snap roba ayuda; James Cook en draw/GT read, angle/rail y check release contra LBs atados al spy; el TE Hawes (RZ) en leak/slide/pop cuando la defensa sobrerreacciona a Allen en el edge. Si Allen atrae doble atención en terceros, el OC debe facilitar toques fåciles (motion de control, stacks/bunch para liberar releases) para que su "gravedad" se convierta en EPA barato del resto.
Esto, en definitiva, no quiere decir que el resto sea malo y que solo Josh Allen construye el ataque de Bills, lo que sucede es que cuando tienes algo tan especial capaz de decidir partidos, tratas de construir el mejor ambiente para que todo eso suceda, y aunque solo se vea al gran Josh Allen, el resto hace que su brillo sea mayor y mĂĄs duradero en forma de tablero para que la reina se mueva desde a1 torre blanca a h8 torre negra.

BEN JOHNSON EN PLENITUD
Sigue siendo un periodo muy corto, 3 semanas, como para sacar conclusiones, pero ver ya la mano de Ben Johnson en los Bears, debe ser gratificante para los aficionados de Chicago. Ya se notó la mano puntualmente en los dos encuentros precedentes, pero el partido de Bears ante Cowboys, es el mås continuado en el juego. Es cierto que Cowboys presenta una de las defensas mås dudosas de la liga profesional, pero esa misma puso en jaque a Eagles en Philadelphia, y Chicago les ganó de una forma mås solvente. La mano de Ben Johnson se vio en las rutas. Observar como la separación se produce en ruta sin depender de la brillantez en la separación de sus receptores. El no obligar a tu Quarterback a tomar ventanas cerradas debe ser el objetivo de cualquier Coordinador ofensivo, cosa esta que necesita del mariscal una constante ejecución de reparto, mayoritariamente dentro de esas 10 yardas desde la LOS para controlar el partido, y puntualmente el estiramiento del campo, dejando otra vez libres a sus receptores, como en el flea flicker que tanto le gusta al HC de la ciudad del viento. La facilidad de pase y calidad de Caleb en la ejecución de cualquier pase, estå fuera de dudas, lo que estå en entredicho es su disciplina mental en pases de control, dejando a un lado el lucimiento personal y esa inteligencia emocional de contención, asà como la superposición del interés grupal sobre el individual. No sólo ganó Caleb, ganó Bears, Chicago y ademås ganó el Football, porque ver ese juego, nos gusta a todos. Ver la lesión de Cee Dee Lamb, no gusta a nadie.

EL TIEMPO
El tiempo era el mayor enemigo de Packers, en forma de lesiones, de estudio por los otros equipos, etc⊠lo dijimos aquĂ; empezar de forma tan brillante rayando la perfecciĂłn, hace que tu margen de mejora sea menor y el de empeoramiento sea mayor. Lo explicamos en el NFL SALVAJE week 2. Es pura matemĂĄtica, no es mĂĄs, le pasa a todos los equipos que empiezan tan bien. Y Green Bay no debe preocuparse por este tropiezo. Dos bajas importantĂsima s(Tom y Banks, protagonistas en una OL que consintiĂł pocas presiones) ante una de las buenas defensas de la liga, no sĂ© si la mejor, pero sĂ muy buena. Mala gestiĂłn del final de partido por Love que debe leer mejor la Hook en ese momento tan importante de encuentro, y mal desempeño de equipos especiales en la ejecuciĂłn del FG bloqueado. El partido estaba en las manos de Packers y lo regalaron. Lo dicho, tampoco me preocuparĂa tanto, un partido malo lo tienen todos los equipos, y dos y hasta tres. Green Bay ha dado un nivel muy alto en esas dos primeras semanas en Lambeau y es el nivel hacia el que tiene que tender y pivotar sobre Ă©l, un poco arriba, un poco abajo, sin abrir un enorme gap, especialmente hacia abajo. Y en Browns, dos chavales han dado un paso adelante, Schwesinger y Mason Graham que es un colapsador de pockets, pero un veterano tambiĂ©n ha entrado en esa DL como un guante, Maliek Collins capaz de usar sus brazos en pulls-swims-long arm-arm over- con unas caderas impropias de un ser humano de sus dimensiones. A todo esto aĂșn no he mencionado a Myles Garret, que rompe cualquier plan de protecciĂłn. Si a todo ello descrito le sumamos esas bajas importantes en la OL quesera, el destrozo podrĂa ser el que fue: 5 sacks, , 6 TFLs, 2 pass deflections, 7 QB hits. AĂșn asĂ el partido estuvo en las manos de LaFleur, Love y equipos especiales, pero ejecutaron mal y la lecciĂłn, mejor recibirla ahora que en enero.

LA ADAPTACIĂN DEL SISTEMA A LAS PARTĂCULAS
Uno de los mejores partidos que llevamos lo protagonizĂł el equipo de Sean Payton contra el de Jim Harbaugh, Broncos@Chargers. Generalmente un entrenador llega y adapta piezas a sus sistema, pensemos en lo que pretende Ben Johnson en Bears, lo que hizo Shanahan en 49ers o LaFleur con Love y compañĂa. Pero en otras ocasiones, el sistema se adapta a las partĂculas. El debate no puede ser otro que, con Harbaugh cuyo principal arma siempre ha sido la carrera y principalmente el juego de trincheras, muy en la sintonĂa de Greg Roman, cuyo juego es un ataque terrestre y fĂsico con predominio de power/gap, pulls y combos, con formaciones pesadas (12/13, pistol) y splits cerrados, Chargers ha encontrado la optimizaciĂłn de piezas con un sistema adaptado a ellas, y no al revĂ©s. Y es que Roman sabe lo que puede sacrificar como un juego con un QB protagonista en el run game (read/GT counter, bash), con motions y shifts para añadir bloqueadores al punto de ataque. En todo esto, el juego de pase para Ă©l, y para Harbaugh, ha sido siempre complementario: play-action profundo y RPO/quick game simples, priorizando explosividad mĂĄs que volumen aĂ©reo sostenido. Y con todo esto nos encontramos con algo de esto, especialmente en un juego aĂ©reo explosivo, pero no complementario, sino protagonista.
Digamos que el juego de Chargers es el epĂtome de la adaptaciĂłn de un cuerpo de entrenadores a sus jugadores, y con ello han hecho mejor a jugadores discutidos como Q. Johnston, pero lo que parecĂa difĂcil se hizo realidad, hacer aĂșn mejor a Justin Herbert y aprovechar sus capacidades:
- Brazo de élite con velocidad y potencia para ventanas cerradas, deep outs y bombas a cualquier hash con precisión;
- Procesamiento y timing en lecturas full-field, manipula safeties con la mirada, buen placement en anticipaciĂłn y en terceros downs;
- FĂsico y movilidad en un cĂłctel de tamaño + atletismo, capaz para extender jugadas, lanzar en movimiento con poco apoyo fuera de estructura manteniendo la precisiĂłn bajo presiĂłn.
Pero ademĂĄs de todo lo expuesto, puso sobre el gridiron de L.A, su capacidad de escape y elusividad contra un frente, el de Broncos que penetrĂł en el pocket demasiadas veces. SĂ demasiadas, 36 presiones al quarterback en total: 5 sacks, 11 hits y 20 hurries. Los Bonitto, Allen, Jones, John Franklin-Myers, CooperâŠentraban fĂĄcilmente en el pocket, para luego el cierre del pase en la secundaria con Surtain y compañĂa sin olvidarnos de Hufanga, McMillan y demĂĄs talento, acabar con las esperanzas del ataque de Los Ăngeles. Y con ello logrĂł pasar para 300 yardas y un pase maravilloso al final del encuentro que decide el partido en la end zone. HacĂa mucho tiempo que no veĂa, probablemente desde Mahomes, un ejercicio de escape por un QB con tanta eficiencia, no solo para el lucimiento de la propia habilidad de eludir el sack, sino para mover cadenas y anotar. Para mĂ, sin duda, uno de los mejores partidos visto a un QB en calidad presiĂłn/liderazgo/tĂ©cnica.
RAHEEM MORRIS CONSUMIDO
Perder 30-0 frente al equipo con peor rĂ©cord, Panthers, con el talento que tiene Atlanta pone a Raheem Morris en una tesitura complicad. Su equipo saliĂł sin identidad, sin guion y sin respuestas. La gestiĂłn del QB y del plan de pase fue muy plana, con conceptos estĂĄticos y poca ayuda de motions, stacks o ritmo para facilitar lecturas; cuando Carolina ajustĂł, Atlanta no tuvo ninguna respuesta. Las protecciones se deshicieron y no hubo soluciones situacionales (max-protect, screens, cambios de punto de lanzamiento) para estabilizar drives. En paralelo, la defensa careciĂł de standards mĂnimos: mal edge-setting, ĂĄngulos de pursuit dudosos y un pass rush sin ideas que ni engaña ni acelera. MĂĄs grave aĂșn, los playmakers apenas fueron protagonistas: si London, Pitts y Bijan no son el centro del guion, el problema es de la banda. La disciplina y la gestiĂłn situacional (tiempos, 3Âș y corto, zona roja) delatan una comunicaciĂłn de staff deficiente. Todo suena a proyecto agotado: errores repetidos, ajustes tardĂos y un ADN ofensivo que no se reconoce semana a semana. Atlanta necesita abrir un periodo de reflexiĂłn inmediato y un replanteamiento serio del liderazgo; si Morris no ofrece cambios concretos ya, el ciclo se ha consumido.
LA ESPECIALIDAD DE LOS EQUIPOS ESPECIALES
Demos especial atenciĂłn a los equipos especiales. Estos, en particular los de pateo de goles de campo, Field Goals, tienen importancia en tanto en cuanto convierten en puntos los drives con la mayor probabilidad que el resto de jugadas. Y esto importa. Hace no mucho, la semana pasada, un error de Steelers en retorno de un kickoff por no conocer las normas nuevas provocaba un resultado catastrĂłfico en forma de Touchdown a favor del rival, Seahawks. En esta jornada, en 3 partidos han sido clave estos equipos especiales en protecciĂłn de field goals, en particular, en 2 de ellos, cambiando el sentido de la victoria/derrota. No voy a entrar en su detalle, pero digamos que estaba todo a favor de Rams contra Eagles, al igual que Packers frente a Browns, para que una defectuosa ejecuciĂłn del pateo diese la victoria a Philly y Cleveland, esto es, a los que estaban en peor situaciĂłn para ganar el partido.
Pero esto son cosas que se transmiten fuera del campo. Si es algo puntual, no deberĂa tener importancia, pero una mala ejecuciĂłn de field goals suele desnudar fallos sistĂ©micos mĂĄs que "mala suerte". Habla de coaching y estĂĄndares pues si no hay tiempo (1.25â1.35 s), "pad level" bajo, ni gap integrity interior, no se estĂĄn entrenando ni exigiendo los fundamentos. Evidencia indisciplina operativa con penalizaciones de formaciĂłn, get-off desincronizado, costuras del balĂłn mal orientadas, tilt inconstante del holder o conteos previsibles. Nos indica ademĂĄs una preparaciĂłn deficiente del plan sin overload alerts, sin ajustes de slide/"deuceâtrey" ante cargas A-gap, ni freeze counts para castigar anticipos. Pero ademĂĄs suele conllevar una evaluaciĂłn de personal inadecuada: guards/TEs que no anclan, holder sin manos seguras, LS inestable; piezas mal elegidas para conseguir en la llamada operation(snap-hold-kick), una imprecisiĂłn no elegida. Y lo que es mĂĄs importante en todo esto, lo que llaman el foot-to-foot, esto es, la compactaciĂłn interior y bajo pad level del Center y los dos Guards inmediatos con caderas cuadradas al spot, ojos en pecho de rusher y manos interiores por dentro para evitar mĂnima carrera del defensor central con un salto parado y que pierda altura.
Pero ademås de todo lo explicado, compromete la moral y la confianza del grupo, porque el kicker siempre ajusta su mecånica para "compensar" la protección que se le brinda en cada momento, lo que le hace bajar altura/velocidad del balón y todo esto puede agravar el problema creyendo que es responsabilidad del kicker, cuando no lo es. En suma, no siempre es culpa del Kicker, no siempre se hacen bien las cosas desde el staff, y sobre todo, no siempre se ve, desde fuera, quién es el responsable, que no tiene por qué ser uno solo.
Tengan una gran y feliz semana 4





