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Mundo NFL | Sitio oficial de la NFL en español

NFL Salvaje W4

PermĂ­tanme hoy una licencia: que vaya a hablar de este deporte desde otro prisma diferente. Desde aquel que puede tener un entrenador de fĂștbol americano que nunca entrenĂł en la NFL pero que tanta influencia ha tenido en la liga, por el desarrollo de sus protagonistas. La NFL no se entiende sin el College Football, pero el College Football sĂ­ se entiende sin la NFL. Lo que son actualmente los jugadores, responde a lo que una vez fueron, con la formaciĂłn e influencias en su juego que no debemos pasar por alto porque todo ello marca la forma de evolucionar nuestro deporte. Por ello vamos a hablar de partidos y jugadores de esta semana 4, pero desde otro vĂ©rtice para que no se olvide de dĂłnde vienen los profesionales, aunque sea hablando de alguien relevante que cuenta con gloria y plata, pero que sirva para tomar conciencia de muchos otros entrenadores sin dicho reconocimiento y dĂłlares, y que tanto influyen en lo que hoy es la NFL, sin los que todo este tinglado, no serĂ­a lo que Vd. conoce.

Riley Bowl y la Sala del caos

Tengo un amigo, gran conocedor del fĂștbol americano que, como halagador habitual del fĂștbol universitario, tilda la NFL de fĂștbol enlatado; como si se tratara de sardinas salvajes pescadas en la mar, cortadas, fileteadas, apiladas y listas para su consumo directamente de una lata. Pero claro, hablamos de peces que ya nunca volverĂĄn a aletear, y donde su parte salvaje quedĂł ahogada allende los mares. Por el contrario, lo que la NFL nos proporciona, es la selecciĂłn de lo mejor de aquel mundo universitario, otrora salvaje, hoy ya profesionalizado, para que nosotros no tengamos la necesidad de filtrar, porque los mejores estĂĄn ya aquĂ­, desfilando cada domingo en nuestro televisor. Y es que no se puede entender la NFL sin el college Football; es de donde bebe y se nutre para formar el mĂșsculo que ofrece la mejor competiciĂłn deportiva del mundo y ahĂ­, desde el Rutgers vs. Princeton de aquel 6 de noviembre de 1869, hasta ahora, todo ha sido un proceso de aspiraciones sociales, econĂłmicas, gloria y cuerpos llevados al extremo fĂ­sico. Donde los protagonistas han ganado mucho, pero el deporte ha perdido esa porciĂłn de ingenuidad y pureza.

Y es dentro de este proceso de selecciĂłn natural darwiniano donde solo los que mejor se adapten al cambio, sobreviven, y con ello pervive el ĂĄnimo salvaje, intuitivo, menos procesado, moldeado por las enseñanzas que cada jugador ha reflejado en emparrillados de todo el territorio americano, antes de entrar en esta jungla que devora egos, cuerpos, mentes y que, a la postre, alimenta nuestra aficiĂłn. Y toda esta exposiciĂłn que acabo de hacer me lleva a hablar de alguien que, indirectamente, fue protagonista en esta semana 4, Lincoln Riley, actualmente entrenador de USC y uno de los mejores desarrolladores de quarterbacks en el fĂștbol universitario que ademĂĄs hoy forman parte de nuestro habitual costumbrismo de domingo, habiendo forjado en la Universidad de Oklahoma, su leyenda. Tuvo una gran influencia en jugadores que hoy tenemos en la liga profesional como Kyler Murray, Caleb Williams, Spencer Rattler y dos que se enfrentaban esta semana: Baker Mayfield y Jalen Hurts, en el Raymond James Stadium de Tampa, entre Eagles y Buccaneers: La Riley Bowl.

mayfield tw

Lo que es hoy Baker Mayfield, starter consolidado en una franquicia aspirante en la NFL, responde a un proceso que viene de lejos. Cuando Mayfield se transfiriĂł de Texas Tech a Oklahoma en 2014, Lincoln Riley ni siquiera estaba aĂșn en el staff (llegĂł como OC en 2015). Pero cuando lo conociĂł, Mayfield le pedĂ­a reuniones de tape a diario, sin ni siquiera estar becado aĂșn. Riley quedĂł tan impresionado por su nivel de detalle en las lecturas pre-snap que lo promoviĂł antes de que el head coach ,Bob Stoops, diera luz verde. Incluso improvisaban sesiones de tape en una pizarra blanca que Riley tenĂ­a en su garaje, con latas de refrescos como marcadores de posiciones defensivas. En su etapa en Oklahoma, Riley tenĂ­a una sala de reuniones donde, cada viernes, ponĂ­a a sus QBs bajo presiĂłn con una dinĂĄmica llamativa: Apagaba las luces, ponĂ­a el ruido del estadio, y gritaba conceptos defensivos sin dar tiempo para pensar. Sus jugadores debĂ­an responder con la jugada perfecta de su libro, indicando protecciones y hot reads. Siempre comentaba que su deseo era que la mente les duela antes que el cuerpo. Los jugadores y asistentes conocĂ­an esa sala como "chaos install" o "darkroom sessions".

Baker Mayfield odiaba esa sala. Caleb Williams la adoraba. Al margen de querer preparar a sus quarterbacks para enfrentar la realidad, tenía manías y formas en cuanto al reclutamiento de jugadores. Preguntado una vez, por qué fichó a un determinado quarterback que no tenía estadísticas importantes, decía que daba igual que haya completado 5.000 yardas, si no alinea pies y ojos, no sirve. Tenía una filosofía del modo de hacer siempre en favor del grupo, del equipo, por encima del individuo. A Baker, Riley dio estructura mental a un jugador extremadamente caótico pero muy competitivo. Mayfield llegaba de Texas Tech con mecånicas desordenadas, mal control emocional y sin una progresión clara de lectura. Riley lo moldeó a través de pautas de progresión full-field, limitando los "one-read scrambles" que usaba en Texas Tech, pero sobre todo, hubo 3 cosas que trabajó con él:

  • Le cambiĂł el tempo de dropback para alinearlo con el timing de los diferentes conceptos empleados, especialmente Mesh y Y-Cross.
  • Le prohibiĂł improvisar durante los primeros 2 segundos de la jugada.
  • Le pidiĂł presentar scouting reports como si fuera un asistente del staff para familiarizarse con los movimientos del rival y resolver problemas planteados.

Pero una de las cosas de las que mås se ha hablado es cuando, tras cada entrenamiento, le hacía quedarse en las instalaciones para simular jugadas contra defensas que ni siquiera estaban en el calendario de la universidad, porque como él decía: "Baker necesita resolver lo desconocido sin ansiedad". Mayfield ganó el Heisman, y hoy es lo que es, tal y como lo conocemos y por todo lo que pasó en la NFL.

Hurts+TN

Respecto a Jalen Hurts, este venĂ­a con un trauma en Alabama. El banquillo al que le sometiĂł Tua Tagovailoa por decisiĂłn de Nick Saban tras aquella final contra Georgia del 8 de enero de 2018, en cuya segunda parte sentĂł a Hurts y con la entrada de Tua, se remontĂł un partido perdido, fue algo que nunca olvidĂł. Etiquetas como only runner QB era una mĂĄs de las que se lanzaban sobre Hurts. Riley confiĂł ciegamente en Ă©l. Su objetivo fue hacer de Jalen un QB con confianza desde el pocket. Redujo el sistema a lecturas claras, con RPOs y flujos progresivos entre niveles. Para esto, le obligĂł a quedarse una hora extra cada dĂ­a para entrenar su footwork sincronizado con conceptos de rutas, especialmente rutas dagger y dig/post combos. EliminĂł por completo los scrambles durante dos semanas de prĂĄcticas: "tu escape eres tĂș pensando mĂĄs rĂĄpido, no corriendo mĂĄs rĂĄpido." Le enseñó a manipular safeties con la mirada, como algo fundamental para crearse espacios de pase. Cuando un dĂ­a, Hurts preguntĂł si podĂ­a correr mĂĄs en los partidos, Riley respondiĂł con frases que enfatizaban mĂĄs el Corre cuando lo pida tu mente, no cuando lo pida tu cuerpo. Al final siempre enfatizĂł el uso de la cabeza como primer paso antes del fĂ­sico. Riley le exigiĂł a Hurts en Oklahoma que se convirtiera en un QB mĂĄs procesador que improvisador. Jalen ha dicho en mĂșltiples entrevistas que esa etapa le cambiĂł la manera de ver el juego, y que Riley "le enseñó a confiar en su mente, no solo en su fĂ­sico".

Y este pasado domingo ambos se enfrentaron. A pesar de haber sido paridos en el mismo nido, son diametralmente distintos. Mayfield ademås presentaba una OL hecha pedazos sin su parte derecha, con Mauch y Goedeke fuera. Y si se ve el partido, se puede observar como Baker Mayfield ejecuta mås conceptos de pase, dropback Spread desde shotgun puro, con énfasis en lecturas intermedias y verticales. Jalen Hurts, en cambio, opera desde formaciones Gun con el RB en offset, en sets 11 o 12 personnel, favoreciendo RPOs, Zone Reads y rutas Glance tras mesh fake. Tampa Bay tiende a usar Half-field reads con opción a Floods o Smash Fade, donde Mayfield elige teniendo en cuenta el leverage del cornerback, mientras que Philadelphia sobrecarga el juego corto e intermedio con Option Routes, Stick-Flat, Y-Cross y Drive concepts diseñados para ganar desde el slot. Mayfield lanza mås Play Action desde looks vacíos pre-snap, lo que genera confusión defensiva por formación, mientras que Hurts utiliza el Tush Push como amenaza estructural que obliga a ajustes defensivos y habilita Play Action Rollouts o Inside Zone Split.

Baker lanza desde estructura de 5-step dropback y full-field reads, lo que exige mayor protecciĂłn estructural. Hurts, en cambio, prioriza lecturas de uno o dos niveles con timing ajustado a su movilidad, usando QB Counter Bash y Bootlegs como extensiones del pase. Y es que usando diferentes formaciones y esquemas ofensivos, uno vive mĂĄs en el riesgo como Baker, el otro compra seguridad en cada acciĂłn, sin regalar una pulgada de campo a ningĂșn rival. Solo un fallo final de Mayfield, que como dije, vive mĂĄs en situaciones de riesgo, terminĂł el partido de la Ășnica forma en la que un duelo de QBs criados en la Oklahoma de Riley, no deberĂ­a terminar: con una intercepciĂłn. Pero como decĂ­a el QB Whisperer: "We don't scream at picks — we coach through them."

Caleb Williams

It better be great, Caleb

Caleb es, probablemente, el QB mĂĄs creativo que ha entrenado Riley. Pero su reto fue el opuesto, canalizar el caos sin privarle de la magia. Le dio libertad absoluta en los checks, pero con estructuras claras: "puedes improvisar, pero dentro del pentagrama." Le asignĂł 5 jugadas por semana donde Ă©l podĂ­a cambiar la ruta de todos los receptores pre-snap, como si fuera un OC. Practicaban drills de 4 segundos fuera de estructura, donde debĂ­a mantener mecĂĄnica pese al movimiento. En entrenamientos, Caleb tenĂ­a cĂłdigos especiales (p.e. Green 5) que significaban: haz lo que quieras, pero anota o mueres. Estos cĂłdigos eran muy tĂ­picos en L.R. Riley no le corregĂ­a cuando improvisaba, pero sĂ­ lo obligaba a reexplicar cada jugada creativa ante el staff completo, como si fuera un diseño entendible y correcto. Como siempre decĂ­a: "If you're going to play out of structure, it better be great.". Con Ben Johnson, Caleb estĂĄ aprendiendo a poner su talento al servicio del equipo, a conducir sus scrambles bajo mĂ­nimos y solo cuando sea estrictamente necesario, a olvidar que salir del pocket es el vencimiento a la adversidad y a encontrar en la recepciĂłn, su Ășnico objetivo. Es difĂ­cil, pero cuando uno tiene talento, todo se vuelve mĂĄs sencillo. Pensemos en la libertad de Riley. El entrenador instalaba el concepto base en reuniones pero Caleb podĂ­a modificar 1 de 4 elementos: motion, formaciĂłn, ruta clave o protecciĂłn. En ciertas situaciones ("Green packages"), tenĂ­a 100% de libertad siempre que identificara cobertura y front correctamente. Toda esta libertad adaptada a unas cualidades, requiere un tiempo de adaptaciĂłn a sistemas diferentes, pero Caleb tiene lo difĂ­cil: el talento.

Chicago se enfrentĂł este fin de semana a Raiders, y no tuvo mejor partido a nivel individual, pero lo que sĂ­ se ve es una determinaciĂłn hacia el reparto de pases de forma constante y a su ritmo, sin querer retener el balĂłn mĂĄs de lo debido. Caleb Williams mostrĂł ante los Raiders un notable avance en gestiĂłn de partido y toma de decisiones bajo presiĂłn. LiderĂł el drive decisivo del Ășltimo cuarto con precisiĂłn, movilidad controlada y uso inteligente de su brazo en situaciones de los llamados layered throws, especialmente en la conexiĂłn de 29 yardas con Cole Kmet, donde leyĂł bien la rotaciĂłn del safety hacia Cover 3 y atacĂł el seam intermedio. Su capacidad para mantener los pies vivos en el pocket mientras escanea progresiones fue mĂĄs disciplinada que en semanas anteriores. TambiĂ©n ejecutĂł un scramble clave de 12 yardas, pero lo hizo tras agotar la progresiĂłn, no como primera reacciĂłn, y esto es algo importante. La distribuciĂłn del balĂłn fue mĂĄs equilibrada y su anticipaciĂłn en rutas in-breakers de zona media fue tĂ©cnicamente sĂłlida, con release rĂĄpido y plataforma estable. Sin embargo, a pesar de toda esta mejorĂ­a, sigue mostrando algunos fallos mecĂĄnicos en jugadas rotas: en varias ocasiones, bajĂł la vista al primer signo de presiĂłn y recurriĂł a su instinto antes de agotar lecturas — en una de ellas provocĂł un sack por Tyree Wilson tras no desplazar el pocket correctamente. TambiĂ©n forzĂł un pase en zona roja que fue desviado, en una jugada donde la flat estaba abierta, evidenciando que aĂșn le cuesta elegir el throwaway o el checkdown con naturalidad. En conceptos de timing puro (como Stick o Slant-Flat), a veces ralentiza el release buscando big plays, lo cual rompe el ritmo estructural del sistema. Aun asĂ­, su control emocional en el drive final y la capacidad para ajustar protecciones desde shotgun confirman que su curva sigue claramente ascendente.

Con Riley aprendiĂł a someter el talento a una libertad justificada, con Ben Johnson estĂĄ en proceso de controlar el partido, el juego y el sacrificio del uno por el todo.

Arizona Cardinals quarterback Kyler Murray (1) stands on the sidelines during the national anthem prior to an NFL football game against the Seattle Seahawks, Thursday, Sept. 25, 2025 in Glendale, Ariz. (Brooke Sutton via AP)

De los Oakland A's a los Cardinals

En 2018, Kyler Murray ya había sido drafteado por los Oakland Athletics como novena selección global del MLB Draft y había firmado un bono de 4,66 millones de dólares. Todo nos llevaba a que el béisbol sería su camino
 excepto que Lincoln Riley no estaba de acuerdo. Riley le dijo: "Sé que podrías ser una estrella en el béisbol, pero puedes ser el mejor quarterback del país. Y puedes hacerlo ya" (College GameDay, ESPN). Cosas que hay que decir o exagerar para lograr objetivos, aunque de algo estoy seguro con L.R.: realmente lo creía.

ConvenciĂł a Kyler para quedarse una temporada mĂĄs en Oklahoma como titular tras la salida de Baker Mayfield, prometiĂ©ndole un sistema hecho a su medida, basado en spacing, ritmo y explosividad. El resultado fue extraordinario: Murray ganĂł el Heisman Trophy 2018, firmĂł una de las temporadas mĂĄs eficientes en la historia del college football (4,361 yardas, 42 TDs, 11 INTs y mĂĄs de 1,000 yardas por tierra) y fue elegido nĂșmero 1 del Draft de la NFL en 2019 por los Arizona Cardinals, cuyo esfuerzo fue notable cuando una temporada anterior habĂ­an drafteado a Josh Rosen en el top 10 de primera ronda. Riley no solo adaptĂł el sistema a su talento, sino que tambiĂ©n gestionĂł su transiciĂłn mental hacia el fĂștbol profesional a pesar del ruido mediĂĄtico en torno al bĂ©isbol. Esa decisiĂłn cambiĂł la carrera de Murray
 y la de Riley, consolidĂĄndolo, desde aquĂ­, como el "QB Whisperer" del college football moderno.

Murray no lleva haciendo buenos partidos en sus primeras 3 semanas. Eso es un hecho, leĂ­a mal situaciones en las que debĂ­a Ă©l generar la jugada por piernas, y al revĂ©s, corrĂ­a cuando el pase estaba mĂĄs accesible. Y todo esto se ve. En palabras de Lincoln R., Kyler tenĂ­a todo el talento fĂ­sico, pero no leĂ­a el campo. Riley trabajĂł con realidad virtual y simuladores de defensas pre-snap para enseñarle a procesar coberturas sin ejecutar fĂ­sicamente. HabĂ­a dicho pĂșblicamente que Kyler Murray era "el atleta mĂĄs explosivo que ha entrenado", pero tambiĂ©n que requerĂ­a ayuda para procesar coberturas con anticipaciĂłn y tomar decisiones pre-snap. Personalmente creo que son cosas que se pueden ver hoy en dĂ­a.

L.R. trabajó con él en muchos sentidos. Le armó un sistema basado en lecturas pre-snap con ajustes post-snap muy ligeros, lo que permitía que Kyler usara su instinto sin sobrecarga mental. Eliminó conceptos lentos de desarrollo: todo era tempo, velocidad y separación temprana. En Red Zone, le diseñó jugadas con motion invertido y leverage vertical. Al final Riley no quería otra cosa que explotar su talento, y ponerle un entorno que facilitase todo esto.

En el año 2018, Oklahoma era el equipo con menor TTT "time to throw" promedio en Power 5, y usaba conceptos como Bubble-Glance, Slant-Out y Mesh bajo, diseñados para separaciĂłn inmediata. Riley querĂ­a que Kyler ejecutara antes de que pensara demasiado. El jueves pasado, contra Seahawks, Murray liderĂł dos drives tardĂ­os con touchdowns, incluyendo un pase de alto grado de dificultad a Marvin Harrison Jr. en el 4Âș cuarto (16 yardas con 26 % de probabilidad de Ă©xito), y mantuvo agresividad ofensiva pese a la presiĂłn. Su toma de decisiones fue mĂĄs estable y completĂł el 66 % de sus pases, reflejando mayor control en la ejecuciĂłn. TambiĂ©n supo mantenerse resiliente tras seis sacks, sin desconectarse del partido ni caer en caos. En general, jugĂł con mĂĄs estructura, algo que le habĂ­a faltado en las tres primeras semanas. Sin embargo, las dos intercepciones —una por mala decisiĂłn— siguen pesando, y la protecciĂłn deficiente lo volviĂł a exponer en exceso. Fuera del Ășltimo cuarto, la ofensiva fue floja, y gran parte de su producciĂłn llegĂł en un contexto de desventaja controlada por Seattle. AdemĂĄs, su impacto depende demasiado de jugadas explosivas, lo que lo hace vulnerable si el rival cierra esas ventanas. Algunos de los sacks reflejan falta de reconocimiento temprano del pass rush. Aunque mejora, aĂșn debe recuperar consistencia durante los cuatro cuartos. K.M. debe reconocer los momentos de los partidos, y cuando se den, agarrarlos por la pechera y decidirlos, como toca a un QB de su nivel, pero no lo hace y todo ello lo convierte en vulgar, cosa que, a lo mejor, a Ă©l, en estos momentos, no le importa tanto con la chequera en la mesilla.

New Orleans Saints quarterback Spencer Rattler (2) calls out at the line of scrimmage in the second half of an NFL football game against the Buffalo Bills, Sunday, Sept. 28, 2025, in Orchard Park, N.Y. (AP Photo/Sue Ogrocki)

QB1: Beyond the Lights

Ésta, es una serie documental estadounidense dirigida por Peter Berg que sigue la vida de tres quarterbacks de instituto en su Ășltima temporada antes de ingresar al fĂștbol universitario. Se estrenĂł originalmente en la plataforma go90 en EE. UU. en 2017, y luego fue retomada por Netflix para algunas temporadas posteriores. Spencer Rattler fue uno de los quarterbacks mĂĄs prometedores, reclutado como 5 estrellas y protagonista estrella en QB1: Beyond the Lights. ComenzĂł como titular en Oklahoma bajo Lincoln Riley, pero perdiĂł el puesto en 2021 ante Caleb Williams tras bajones de rendimiento. Su caĂ­da fue pĂșblica y sonada, se reinventĂł en South Carolina a pesar de mĂșltiples crĂ­ticas, donde encontrĂł esa madurez y resiliencia que muestra habitualmente. En 2024 fue drafteado por los Saints, esta vez sin el ruido mediĂĄtico, pero con mĂĄs solidez mental y sin la presiĂłn de un 5 estrellas o primera ronda. Su elecciĂłn se produjo en 2024 con el pick 150 de quinta ronda.

Rattler tenía mecånicas brillantes y brazo élite, pero poca madurez y mala disciplina mental. Riley trató de reformarlo con reglas estrictas para la toma de decisiones:

Solo podía lanzar en ciertas ventanas y se le limitó el checkdown como castigo si no leía el campo y el trabajo de L.R. con él fue planificado mediante entrenamientos como estos:

  • Sesiones de "lanzamiento en silencio": sin receptores, solo imaginando las ventanas.
  • Se le grababan prĂĄcticas y se pausaban para que Ă©l mismo detectara malos hĂĄbitos visuales.
  • Trabajaron mecĂĄnicas en vertical ladders: dropbacks con reloj, donde debĂ­a lanzar en exactamente 2.7 segundos.

Pero con Rattler hay que comprender todo el contexto; en 2021, Spencer era el quarterback titular de Oklahoma con grandes expectativas tras una sĂłlida temporada 2020. Sin embargo, en el clĂĄsico ante Texas (Red River Rivalry), los Sooners caĂ­an 28-7 en el primer cuarto tras un fumble y una intercepciĂłn. Lincoln Riley tomĂł entonces una decisiĂłn: lo mandĂł al banquillo y dio entrada al freshman Caleb Williams, quien liderĂł una espectacular remontada y nunca mĂĄs soltĂł la titularidad. Riley no justificĂł de inmediato su decisiĂłn, lo que generĂł especulaciĂłn nacional, y simplemente declarĂł: "We needed a spark. Caleb gave us that. Spencer handled it like a pro." Pese a lo duro del momento, Rattler no abandonĂł el equipo; permaneciĂł en el programa, entrenĂł, apoyĂł a Williams y evitĂł cualquier polĂ©mica pĂșblica. Su madurez sorprendiĂł, al punto de que Riley dirĂ­a semanas despuĂ©s: "What people won't see is how much Spencer helped Caleb in meetings and prep. He never made it about himself." Y esto Ășltimo es lo que define a Rattler, su puesta a disposiciĂłn a favor del grupo, con mĂĄs o menos talento, no va a faltar cosas como dar la cara, y mĂĄximo rendimiento dentro de su capacidad.

En su partido contra Buffalo de este domingo pasado, Spencer completĂł 18 de 27 pases para 126 yardas y un touchdown, mostrando una mĂĄs que decente tasa de acierto bajo presiĂłn. Se moviĂł bien usando su movilidad: corriĂł 6 veces para 49 yardas, generando primeros downs con sus piernas. AprovechĂł el diseño del juego terrestre del equipo para dar equilibrio a la ofensiva y aliviar la presiĂłn que venĂ­a asumiendo. En momentos, fue agresivo en zonas de anotaciĂłn: lanzĂł un TD con cobertura ajustada, mostrando que estĂĄ dispuesto a tomar riesgos. Y respecto a semanas anteriores, pareciĂł mĂĄs calmado en sus lecturas y menos propenso a forzar pases: su producciĂłn fue mĂĄs sostenida, no sĂłlo basada en escapismos extremos. AĂșn con todo, tiene cosas que mejorar. Rattler lanzĂł una intercepciĂłn cerca de la goal line al intentar un pase en zona roja bajo presiĂłn defensiva, penalizando una lectura apresurada. En muchas jugadas, la ofensiva se estancĂł en el segundo y tercer nivel: no penetrĂł consistentemente mĂĄs allĂĄ del perĂ­metro intermedio. La protecciĂłn fue inconsistente: sufriĂł presiones que le obligaron a moverse fuera del pocket y en algunos casos forzar pases incĂłmodos. Su promedio de yardas por intento quedĂł en un bajo impacto (126 yardas en 27 pases) — muestra que no generĂł explosividad constante. Y aunque mostrĂł algo de confianza, aĂșn le falta regularidad en los 4 cuartos: cometiĂł errores en momentos crĂ­ticos y cayĂł en momentos de baja producciĂłn. Pero ahĂ­ estĂĄ, haciendo que su equipo compita y pueda convertirse en algĂșn momento, quien sabe, en un backup decente o su evoluciĂłn haga que hasta pueda ser dueño de un volante en la NFL. Veremos con el tiempo.

Comienza la semana 5 de forma inminente, llegan los byes, prosiguen las lesiones y la competencia no cesa en cada divisiĂłn, pero los que vemos este deporte de hace ya dĂ©cadas y aĂșn seguimos por aquĂ­, no dejaremos de poner en valor que el Football que vemos cada fin de semana, tiene un origen, un porquĂ© y lo que es mĂĄs importante, una vida detrĂĄs que ayuda a moldear lo que vemos cada domingo en la televisiĂłn.

Feliz semana 5!!