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Un heróico Josh Allen supera a unos Ravens que parecían imparables y otras conclusiones de la Semana 1

Normalmente, cuando tienes las expectativas muy altas con algo y deseas con todas tus fuerzas que llegue, sucede que luego cuando sucede eso que estabas esperando la realidad no cumple con todo lo que habías imaginado… pero ese no es el caso de la NFL. Llevábamos siete largos meses de espera para que volviera a arrancar la mejor liga del mundo y la primera semana no ha decepcionado en absoluto. Al contrario, ha colmado todas nuestras expectativas y más. Duelos por todo lo alto entre favoritos al anillo que se resuelven en el último segundo, favoritos que caen, equipos que presentan su candidatura para ser la revelación, hasta once partidos decididos por una sola anotación y grandísimas actuaciones individuales que han llenado ese vacío que arrastrábamos desde el pasado mes de febrero. La NFL ya está aquí y desde la primera cita tenemos conclusiones importantes que sacar.

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Cuando parecía que nadie podría parar a estos Ravens, apareció Josh Allen

El primer Sunday Night Football de la temporada nos deja el primer clásico instantáneo que quedará grabado en nuestras retinas por mucho tiempo. Los Ravens llegaban a Orchard Park con sed de venganza tras ser eliminados en los pasados Playoffs en ese mismo escenario y la puesta en escena no pudo ser más convincente: Lamar Jackson daba la sensación de poder hacer todo lo que quisiera y Derrick Henry apisonaba a defensores como si fueran muñecos. Los Ravens dominaron el marcador durante tres cuartos y medio mientras los Bills se aferraban al partido como podían pero no terminaban de bajar de las dos anotaciones de desventaja. Baltimore realmente mostró un aspecto absolutamente imparable. Lamar dominaba la situación cada vez que la defensa de los Bills enviaba blitzes (algo que sucedidó en el 45% de sus dropbacks, lo máximo enviado en toda la carrera de Sean Mcdermott como Head Coach), el QB de Ravens les castigaba con un 7/9 en pases y 15 yardas de media por intento completado. Henry superaba una y otra vez la primera barrera de contención y en el segundo y tercer nivel se quitaba rivales con una facilidad pasmosa. Lo que decía, imparables. Imparables para cualquiera salvo para Josh Allen.

El vigente MVP de la NFL se fue a las 251 yardas en el último cuarto para liderar una remontada al alcance de muy pocos y transformó un 40-25 que lucía en el marcador a menos de cuatro minutos para el final de partido, en un 40-41 que acabó dando la victoria a los Bills.

Fueron un total de 424 yardas para Josh Allen entre pase y carrera, a los que hay que sumar 4 touchdown y un drive ganador con menos 1:30 en el crono. Otra actuación heróica que sumar a su currículum. Otra demostración de que Josh Allen es capaz de crear ventajas donde no las hay, de convertir el caos en su mejor aliado como antídoto a la ordenada y eficiente defensa de los Ravens.

Los Ravens son reincidentes en lo que sucedió el domingo por la noche, no es la primera vez que les vemos dilapidar ventajas importantes en partidos en los que demuestran ser superiores pero en los que acaban experimentado algún tipo de colapso que termina en tragedia. En esta ocasión, Baltimore comenzó el partido anotando en todos y cada uno de sus primeros 8 drives salvo en uno, que acabó en punt; pero sus últimas tres series ofensivas acabaron en punt, fumble y punt, siendo solo capaces de disfrutar de 8 snaps ofensivos en los últimos 10 minutos de partido.

Con 15 puntos de ventaja puedes sentirte confiado en la victoria la mayoría de las veces pero no cuando Josh Allen está enfrente, aunque el momento en el que el pánico se metió del todo en el cuerpo de los Ravens fue con el fumble de un Derrick Henry que hasta ese momento venía protagonizando un partido sublime. Pero ese error lo cambió todo. Al mismo tiempo, con apenas 1:30 para el final del partido y ganado 40-38, los Ravens decidieron despejar el balón con 4ª y 3. ¿De verdad, teniendo a Lamar Jackson, no prefieres jugarte esa cuarta oportunidad y matar el partido en lugar de despejar y darle a Josh Allen la posibilidad de ganarte con tiempo de sobra y necesitando solamente un field goal para lograrlo? Creo que eso fue un error por parte de Harbaugh.

Si las sensaciones importan, las de los Bills son inmejorables, transmiten una confianza en sí mismos muy difícil de alcanzar y esa confianza no se fue ni siquiera cuando perdían por 15 puntos. Hasta entonces, lo que transmitían era una autoestima enorme y la confianza en que, teniendo a Josh Allen, pueden superar cualquier circunstancia. Y realmente así fue desde el primer día de la temporada. El momentum de los Buffalo Bills es el de un equipo que cree ciegamente que este año lo van a conseguir.

Green Bay Packers running back Josh Jacobs (8) during an NFL football game Sunday, Sept. 7, 2025, in Green Bay, Wis. (AP Photo/Mike Roemer)

Los Packers envían un mensaje a la división y a toda la NFL

Si hablamos de autoestima y de confianza, los Green Bay Packers deben de ser uno de los equipos que más sobrados van de ambas después de su imponente victoria sobre los Lions. Después de que la pasada temporada los Packers acumularan un récord de 0-4 en sus enfrentamientos ante Lions y Vikings, en la primera oportunidad que han tenido de encarar un duelo divisional –además frente al ganador de la NFC Norte de los dos últimos años–, no solo se llevaron la victoria sino que dejaron un sabor de boca magnífico.

La explosividad en el juego aéreo fue la responsable de la ventaja en el marcador para Green Bay. Con los Lions centrados en parar la carrera, los Packers encontraron una y otra vez la espalda de los LBs en la zona intermedia del campo y movieron el balón a placer ante una secundaria de Lions que no era capaz de ofrecer soluciones. Jordan Love hizo lo que quiso en la primera mitad, fue una auténtica exhibición del QB local, que en la segunda parte apenas tuvo que intentar seis pases con su entrenador Matt LaFreur tratando de hacerse dueño del reloj. Si acaso, a esta ofensiva de Packers habría que pedirle más solidez de down a down y no solo explosividad pero para llevarse esta primera cita de manera holgada fue más que suficiente.

La otra buena noticia llegó desde la defensa. El impacto de Micah Parsons fue inmediato y eso que solamente jugó 29 snaps en todo el partido, pero eso le bastó para presionar a Goff en varias ocasiones provocándole errores en momentos importantes y también para registrar su primer sack de la temporada. Pero la influencia de Parsons fue más allá, su presencia elevó a sus compañeros del front defensivo y vimos una versión muy mejorada de Gary y Van Ness. Al mismo tiempo, las dudas que había respecto a la secundaria, especialmente con los CBs, quedaron despejadas con la defensa de Packers no concediendo absolutamente nada en profundo.

Del otro lado, los Lions dejaron una imagen más que preocupante y son una de las grandes decepciones de este arranque de temporada. Todas las miradas van a depositarse en el nuevo coordinador ofensivo John Morton, que tiene la complicadísima misión de llenar el vacío dejado por Ben Johnson y, desde luego, en su primera oportunidad para demostrarlo ha fracasado estrepitosamente: Una propuesta plana, carente de imaginación ni de agresividad, un ataque previsible y sin chispa. La ofensiva de Detroit que ponían puntos en el marcador sin aparente esfuerzo no apareció por ninguna parte, al igual que un juego terrestre desconocido y ramplón. A eso hay que sumar los problemas de la OL por el interior y Dan Campbell tiene ya un buen puñado de asignaturas pendientes que resolver… y más vale que lo haga rápido porque el calendario que les espera a los Lions es durísimo, comenzando la próxima semana con un duelo cargado de morbo con el retorno de Ben Johnson a Detroit, ahora como Head Coach de los Bears.

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SUBEN EN LA SEMANA 1

Aaron Rodgers: El veterano QB debutó con los Pittsburgh Steelers firmando uno de sus mejores partidos de los últimos años. Estuvo preciso, tomó buenas decisiones y comenzó a cimentar una buena conexión con DK Metcalf. Además, estuvo muy acertado en la Red Zone, firmando 4 touchdowns, dos de ellos prácticamente idénticos en jugadas de bootleg. Rodgers jugaba contra su ex equipo, los New York Jets y se aprovechó de los grandes problemas a la hora de placar en la defensa neoyorquina y de un esquema de Arthur Smith, su nuevo coordinador ofensivo, que le puso las cosas muy fáciles. Veremos si puede mantener este nivel y llevar a los Steelers más lejos que los últimos años.

JJ McCarthy: El debut del joven QB de los Vikings fue de menos a más y acabó anotando tres touchdowns –dos de pase y uno de carrera– en el último cuarto para liderar la remontada que no solo dio la victoria a su equipo sino que le convierte en el primer QB desde 1985 (Steve Young) que remonta 10 puntos en su debut en la NFL. Además, es el primer debutante en hacerlo como visitante desde 1950 y el primer debutante en la NFL con tres touchdowns totales en el último cuarto.

Los Tight Ends Rookies: Tyler Warren y Harold Fanning jr. batieron el récord histórico de la NFL en recepciones para un TE novato, con siete para cada uno de ellos (el récord lo tenía Brock Bowers con seis, logrado la pasada campaña). Warren demostró el domingo frente a Miami que va a ser una pieza fundamental en el ataque de los Colts y ha tardado muy poco en desarrollar una buena química con Daniel Jones, del que fue un socio preferente. Por su parte, Fanning fue buscado hasta en 9 ocasiones por Joe Flacco y cumplió un papel de receptor de posesión muy valioso para los Browns. Atención a estos dos jugadores, que pueden firmar temporadas muy interesantes respectivamente.

New York Giants quarterback Russell Wilson (3) looks on during an NFL football game against the Washington Commanders on Sunday, September 7, 2025 in Landover, Maryland. (Cooper Neill/NFL)

BAJAN EN LA SEMANA 1

Miami Dolphins: Qué sensaciones tan negativas dejaron los Dolphins en su visita a Indianapolis. La impresión fue de equipo roto, sin alma y al que la temporada se le puede hacer muy larga. Los CBs jugaron a muy bajo nivel en una defensa que se vio superada y permitió a Daniel Jones firmar uno de los mejores partidos de su carrera. Sin embargo, quien peor lució fue un Tua Tagovailoa perdido cuando no encontraba su primera lectura y cometiendo errores graves en la toma de decisión. La intercepción por parte de Laiatu Latu cuando el Edge Rusher cayó en cobertura para tapar su ruta de seguridad es uno de esos fallos que encienden las alarmas.

Russell Wilson: Podemos estar ante una de las eras más cortas de un jugador como QB titular de un equipo NFL. Wilson era la única novedad en un ataque cuyos otros diez jugadores ya eran titulares en la ofensiva de Giants la pasada temporada y la novedad del QB no elevó en absoluto a sus compañeros. De hecho, Malik Nabers, el WR estrella del equipo de Nueva York perdió los nervios en la banda y discutió con su Head Coach Brian Daboll debido a la falta de fluidez en el ataque, que no le llevó los balones que el receptor pretendía. Que a nadie le extrañe que la próxima semana veamos al QB rookie Jaxson Dart –que dejó un buenísimo sabor de boca durante la pretemporada– a los mandos de los Giants… y si no es la próxima semana, seguramente no tardará mucho más.

Los Seed1: Los dos equipos que acabaron la pasada temporada al frente de sus respectivas conferencias, los Chiefs y los Lions, perdieron sus respectivos partidos de la primera jornada ante rivales divisionales (Chargers y Packers, respectivamente). Esta circunstancia es la segunda vez que sucede en los últimos 20 años y las sensaciones dejadas por ambos equipos no fueron las mejores. ¿Hay peligro de que alguno de estos dos equipos sufra un bajón esta temporada?